“Reflexiones sobre el compromiso personal” de Louis Lansberg. 

Creo en mi corazón, el que yo exprimo para teñir el lienzo de la vida…(Gabriela Mistral)

En nuestro interés por intentar comprender el comportamiento humano y poder relacionarlo con su ámbito profesional, nos detendremos hoy en las “Reflexiones sobre el compromiso personal” de Louis Lansberg. Captura de pantalla 2018-05-03 a las 13.31.06

Judio aleman convertido al cristianismo, fue profesor de filosofía, a la par que militante antinazi. Dictó clases en España hasta que se inició la guerra civil. Posteriormente, fue apresado, escapó y, finalmente fue capturado y enviado por la Gestapo al campo de concentración de Oranienburg, del que no volvió. -Pierre Rioux-. 

Es lo que podemos considerar como un hombre de acción y un intelectual comprometido cuyo pensamiento no nace únicamente de la teoría de otros filósofos. Reflexiona sobre algo que ha sido parte integrante de su vida. Considera que el compromiso da sentido a la vida, genera fuerzas y energía para batallar y llevar el mundo hacia otros destinos. Su compromiso e implicación personal le han llevado a luchar y no escabullirse ante los retos que, surgen a raíz del compromiso adquirido. Sus actos y su pensamiento le han permitido comprender mejor este mundo y la naturaleza intrínseca de lo que significa El Compromiso. 

En sus “Reflexiones…” Landsberg subraya que el concepto de compromiso es algo imprescindible para hacernos crecer como seres humanos y como sociedad, y lo entiende como una condición necesaria para la “humanización”*. Como decía Gabriela Mistral: “La humanidad es algo que todavía hay que humanizar”. En otras palabras, conseguir una sociedad más solidaria, en el que el peor enemigo del hombre no sea el propio ser humano. Un mundo que evolucione generando sostenibilidad para el planeta y para los hombres que lo habitarán en el futuro. Nosotros mismos en un futuro próximo. El que vayamos a construir entre todos. 

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Cartel de la Fachada del Centro Cultural GAM, Gabriela Mistral, Santiago de Chile

Es entonces un medio para desarrollarse y crecer, gracias una misión personal, pero que el entiende como la misión de toda una sociedad.

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No me dejes caer, Colección itinerante Heridas, Asociación Mujeres 2 Rombos, autora Maitena Servajean

A partir de ahí, centramos el foco en sus comentarios sobre todos aquellos ciudadanos que optan por ser simples observadores de la realidad que les rodea. Explica llanamente que por muy pasivos, escépticos y simples espectadores que queramos ser, siempre seremos responsables de nuestros actos, hayamos hecho o hayamos dejado hacer. Es ante todo una decisión de la que hemos de ser conscientes. Según Landsberg, que queramos huir de este mundo, no es puro egoismo, “es más bien el deseo de poder constituir al menos una vida llena de sentido y privada, replegándonos sobre nosotros [Le caractère historique de notre vie exige l’engagement comme condition de l’humanisation. (Fondement Antropologique de l’engagement) page 118].  

Muchos conocemos los circulos de influencia de Franklin Covey. El primer círculo es aquel en el que uno tiene un impacto e influencia directa. Todo lo que uno pueda hacer, todo lo que esté en su mano hágalo si necesita que algo ocurra. En cuanto al segundo círculo, todo lo que no depende de uno, lo que está fuera del círculo de influencia de uno mismo, sobre todo que no nos afecte, ya que nada se puede hacer. Como dice el refran francés “À l’impossibe nul n’est tenu”. Efectivamente nadie está capacitado para hacer lo que es imposible.

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Luisa, Lucía de Mendoza, 1era catedrática de la historia, colección Universidad de Salamanca, Proyecto Rostros del Olvido, Comisarias María Ortega y Pepa Badiola, Octavo Centenario de la Usal

Trabajar el crecimiento personal nos permitirá ampliar nuestro círculo de influencia. Sin embargo, como tantas cosas son relativas en este mundo, lo que es imposible para unos, no lo es para otros. En gran medida depende de nuestro nivel de motivación, de ambición, de autoexigencia, de nuestro interés por mirar más allá de nuestro entorno más cercano. Depende de cómo entendemos nuestra misión en este mundo.  Depende de nuestra sensación de libertad para actuar en este mundo, así como de nuestro corage, constancia, perseverancia, a veces depende hasta de nuestro nivel de inconsciencia, etc. Depende de nuestra capacidad e interés por buscar y descubrir referentes con valores, de cuánto creemos en nosotros mismos, depende de cuánto miedo corre por nuestras venas, de lo que pensamos que estamos arriesgando, de nuestra voluntad por transcender y por crear dentro de nuestras posibilidades, que son muchas, un mundo mejor para nosotros mismos y para los que vienen detrás. 

Depende de tantas cosas, que nos toca a nosotros pensar en ello y elegir de qué depende para cada uno de nosotros, y si hacemos o no nuestro este compromiso del que habla Lansberg.

Lo que sí está claro, es que única y exclusivante la verdad, la autenticidad tanto de nuestros pensamientos como de nuestros actos hará del compromiso algo real. Y es algo que sólo podemos decidir libremente. 

Maitena Servajean

3 de mayo de 2018

 

Liderazgo en la nueva normalidad

Una vez calentados los motores, pasamos a hablar de la Nueva Normalidad, una foto del mundo en el que nos movemos y, sin entrar en recetas de ningún tipo identificamos una serie de referencias y posibles tendencias que, asumiendo nuestra realidad, nos ayudarán a enfocar mejor nuestro liderazgo y en consecuencia nuestra calidad de vida.

Es la hora de tomar decisiones para no dejarnos superar por los acontecimientos. Es la hora de mirar nuestra realidad de frente.

http://www.toptenms.com/entrevista-maitena-servajean-en-capital-radio/

Espero que lo disfrutéis.

Inspirado en una marquesina pintada por Borondo. Mirando la realidad.
Inspirado en una marquesina pintada por Borondo. Mirando la realidad.

Maitena Servajean

20 años después …La Galería Edurne

Empiezo a escribir estas líneas en una hanx co. modelo 1956. blanca y oro. hoy domingo 22 de febrero de 2015.

Hoy después de algo como 20 años nuestras vidas se volvieron a cruzar.

Estaba Margarita sentada en un poyo de granito, al sol con sus gafas oscuras y su gorro tipo boina, estilo francés o vasco. Tan inimaginable en ciertas personas como previsible en ella.

claro que nos podíamos haber encontrado en otras ocasiones. Suelo ir al Escorial al menos una o dos veces al año. Sin embargo, nunca nos habíamos cruzado como hasta ahora… los misteriosos hilos del destino, o como dicen ahora una cuestión de sincronicidad.

Al ver a esa mujer, me paré casi en seco en medio de esa plazoleta. Me paré, y eché marcha atrás con el coche, bajé la ventanilla y le pregunté desde el coche: ¿eres Margarita?, soy Maitena… ¿qué haces por aquí? -Vivo aquí, nos hemos trasladado y ahora tenemos nuestra casa galería Edurne, en la avenida de la Constitución 52 del Escorial, desde hace cinco años, justo en la calle que viene de la carretera a Galapagar.

-Venimos a pasar el día, pero si te parece, le dije, luego paso a saludaros.

No volvía de mi asombro, lo que yo deseaba desde hacía tiempo se hacía realidad, encontrarme con Margarita de Lucas, y en poco rato más Antonio Navascués y eso más o menos 20 años después de nuestro «fugaz encuentro».

Me acaban de mandar una copia del artículo que les hice cuando cumplieron sus treinta años de historia. O sea que este año la galería Edurne cumple 50 años. En realidad, está claro que hay oficios que no tienen ninguna edad. Cincuenta años hablando de arte y encontrándose con artistas.

A mi acompañante le conté que nos habíamos conocido hacer veinte años, cuando yo colaboraba con la sección de arte del suplemento del famoso diario 16. En un principio yo no buscaba escribir críticas, sino dar a conocer la labor de los galeristas, y acercar el arte contemporáneo a la sociedad y vice versa.
En aquella galería, además de dar a conocer a los artistas que representaban, se creaba un espacio para generar intercambios entre artistas, conversaciones enriquecedoras… algo que tal vez siga existiendo, pero de alguna forma, de espaldas a un sociedad de la inmediatez, tan rápida en todo, y que no tomar el tiempo de cultivarse, de aprender, de desarrollarse, con el esfuerzo que esto conlleva.
¡¡¡50 años!!! ¡¡se dice pronto!!

y un cruce de caminos hace cincuenta años. Unas conversaciones que quedaron en el olvido y de las cuáles no nos acordábamos, sólo nos acordábamos de su buen sabor.

De hecho, el otro día saqué de no se qué cajón su revista Más 2, publicada en febrero 1995, con colaboraciones de Waldo Balart, Elena Asins, Ignacio Castro,Luis Fega, Celia Fuentes, Antón Patiño, José Freixanes, entre muchos otros, además la participación lógicamente de Margarita de Lucas.

Dentro de ese número estaba un artículo mío para el número 3 de su revista Mas, que hablaba de quién defendía el arte moderno, artículo que me imagino no fue publicado nunca… ya que en algún momento de la relación yo me encerré en mi garaje para crear mis esculturas, ya partir de ese momento, como que desaparecí del mundo, durante 1 año.

vuelvo a leerme la editorial de la revista y dice así:

«El otoño pasado, reanudamos en la galería Edurne las tertulias que empezaron en Mayo último con motivo de la exposición de Beuys en el museo Reina Sofía…
El tema que hemos sometido a debate cada miércoles ha girado en trono a cómo continuar justificando el Arte en nuestros días…

Fruto de estas conversaciones apasionadas con estas páginas que configuran el segundo número de esta publicación….»

Esto coincidía con una nueva etapa de la galería que abría nuevamente sus puertas en Justiniano… Ahora 20 años después y desde hace 5, el formato es diferente, aunque en líneas generales sigue la misma línea: «pensar en lo sensible»,Traer el arte y su sentido a un espacio más abierto que, sin duda, el hombre contemporáneo está necesitando», «… Worringer consideraba que las fuentes más profundas de de la creación artísticas eran la ansiedad y el miedo del hombre, su angustia cósmica…», «las percepciones del espíritu van a depender de los niveles de conciencia de cada individuo…», «el exceso de información no ha conseguido sino provocar una ansia de amnesia colectiva.», «La memoria necesita simplificar los acontecimientos, … necesita eliminar lo accesorio para que pueda primar lo esencial!!

20 años más tarde, la sociedad ha evolucionado tantísimo, y sin embargo, ciertos pensamientos no han envejecido.

En estos días la Casa Galería Edurne que festeja su 50 aniversario, nos invita a su exposición en su espacio Galería Edurne Escorial del artista visual Raúl González «6.202.700».
y no, no es el número de la lotería es más bien el frío número de parados del primer trimestre según la encuesta de población activa del primer trimestre 2013, entre los cuáles se encontraba el artista. Es una llamada para asegurarnos que de una forma o de otra nos aseguremos que con nuestro apoyo mutuo, colaboración y participación activa social, no se pierda la dignidad y no se caiga en la pérdida de autoestima total, tan difícil de recuperar. Tal vez por ese mensaje no sea esta una denuncia agresiva, tal vez porque transmite tesón y constancia en la búsqueda de una vida mejor.

Llega Arco, y así nos volvimos a encontrar, gracias al arte, y a ese trabajo que tal vez debiéramos desarrollar constantemente todos, y es el de ser sensible ante la vida para saber valorarla en su justa medida y luchar por que sea mejor cada día.

y si hay un comentario en las notas sobre la exposición que me llaman mucho la atención y que querría subrayar es el siguiente:

Para Raúl González, (nacido en San Lorenzo del Escorial en 1973) el hecho de «trabajar en el mundo empresarial potenció tremendamente la necesidad de expresarse creativamente, perfilando su vocación artística en los escasos ratos libres.»

Empieza Arco, pronto nos volveremos a ver…

Maitena Servajean

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Nuestro día a día… ouff! Me toca preparar mi intervención.

Quedan pocos días para hacer esa presentación clave y estratégica al Comité de Dirección. Llevamos semanas hilando nuestro discurso, dedicando esencialmente nuestro tiempo a preparar el famoso Power Point que nos tiene que servir de apoyo y soporte. Nuestro modelo base ya está definido, ya tenemos casi terminado nuestro PPT, y ya está estructurada la jornada. Hemos trabajado en cómo vamos implicar a nuestros altos directivos, mediante su participación en la construcción definitiva del modelo. Estamos listos para escuchar todo lo que nos comenten, propongan y dispuestos a ver cómo integrar todo ello en el modelo final.IMG_0308

Ahora, ya es hora de ponernos con nuestra intervención, sea una ponencia, Speech, o discurso. En realidad es esto lo que hará que “se gane la partida” que nosotros mismos hemos pedido jugar.

En muchos entornos empresariales y políticos, para obtener los apoyos necesarios, lo primero que se hace es ir a ver cada persona invitada a la presentación, personalmente, para presentar uno a uno el proyecto a nivel personal. En estos casos, lo que se consigue es conocer de primera mano lo que realmente piensa la persona de lo que le presentamos. Hemos actuado de forma respetuosa para comprender y escuchar todos los comentarios, y en consecuencia, hemos podido enriquecer nuestros planteamientos, así como la jornada que preparamos.

Tenemos que recordar una serie de premisas clave que nos ayudarán en nuestra intervención:

  • Actitud: abierta, confiada, preparada, exigente, convincente…
  • Determinación: ¡en este encuentro, alcanzaremos los objetivos que pretendo, porque es para el bien de todos!
  • Convencimiento: Estoy convencid@ de que lo que planteo es enriquecedor para la organización y su desarrollo.
  • Si no llego a expresarme con pasión, al menos transmito entusiasmo.
  • Mi primer impacto en la introducción de la jornada será el que marque cómo se desarrollará el resto de la jornada.

Después de todas estas consideraciones y para tener éxito en nuestros propósitos, nos ponemos a preparar el discurso de nuestra presentación. Para ello, será importante hacernos una serie de preguntas, de las cuáles a continuación apuntamos algunas:

¿Quién es nuestro auditorio?

-¿Cómo es?

  • Qué quiere oír

o   ¿Qué les impacta más?: ¿Cifras, gráficos, imágenes, texto, etc.?

Empecemos por el principio, ¿cómo vamos a ganar la indulgencia de nuestro auditorio? , ¿Cómo vamos a cautivarles, captar su atención? : ¿Qué es para ellos algo emocionante, interesante, novedoso?, aquello con lo que conseguiremos que retengan a corto y largo plazo, aquello que nos servirá de gancho para las demás ocasiones.

¿Qué quiero vender, ganar? ¿Cuáles son mis objetivos finales, más allá de los objetivos marcados para la jornada? ¿Para qué quiero conseguir todo esto? ; ¿Qué ganaran los asistentes si compran lo que les queremos «vender»?

En consecuencia, ¿Qué tendré que comunicar?, ¿Cómo lo tendré que comunicar?, ¿Y qué tendré que trabajar más?

Estos son los temas sobre los que se basará nuestra intervención y alrededor del cual trabajaremos nuestra argumentación (la parte racional) y oratoria (parte tanto racional como emocional).

Aquí es donde la pasión y la convicción serán esenciales para generar confianza en el auditorio.

Y si no llegamos al grado de “pasión”, nuestro alto grado de entusiasmo será definitivamente convincente. Para conseguir el apoyo de uno o de muchos, necesitados generar confianza, confianza en nosotros y confianza en nuestro proyecto. Nuestra expresión corporal con posición erguida y la energía que transmitiremos se encargará del resto, de compartir nuestras emociones.… En este aspecto y trabajando en empresas de ingeniería, tomaremos consciencia de lo que nos dicen los estudios:

En la comunicación el mensaje, lo que decimos, o sea el Qué vamos a comunicar, tendrá más o menos un 7% de impacto en el auditorio. El tono de nuestra voz, (ritmos, volumen manejo de los silencios), de un 33 a un 38%, y nuestros movimientos-posturas-gestos, expresión facial, miradas, proximidad aproximadamente un 56%, o sea que el cómo de la comunicación representará aproximadamente un 90% de nuestros éxito. Y ese 90% confirmará si hay coherencia y si se puede confiar en ese 10%.

Así pues, siendo realistas y conscientes de las premisas básicas de la comunicación, el cómo llevo a cabo mi intervención es el punto clave que más tendremos que trabajar en la recta final, para estar bien preparados para el gran día.

En el cómo también entran ciertos aspectos estratégicos o tácticos a tener en consideración. Son parte de los conceptos de negociación, de impacto e influencia, y según las culturas de política empresarial, así como –en el fondo- de ventas.

¿Qué puede ganar mi auditorio y cada uno de sus miembros implicándose en mí, en el proyecto que les presentaré? Negociación basada en un modelo de Ganar-Ganar.

Cuestiones que nos parecen fundamentales:

  • Todas las personas que estén en la sala, a lo largo del día y al final de día tienen que haber sentido que no solamente no han perdido su tiempo, sino que además han ganado en su inversión de tiempo, y si es personal y profesionalmente, mejor.
  • Se ha de definir igualmente cómo les agradeceremos su participación (al principio de la sesión, y por qué no, con un regalo al final de la jornada, aunque sea un gesto simbólico será bien recibido para terminar el día con un toque dulce que recuerde la experiencia como algo satisfactorio. Los detalles personalizados son los mejor recibidos).
    Y si no, cualquier referencia a las tendencias del mercado se agradecerá, si no se hubieran mencionado anteriormente.IMG_1972
  • Se necesitan estructuras claras que expliquen qué queremos, qué proponemos, cuáles son los datos que avalan el planteamiento, y en cuanto a continuidad, qué información se les trasladará posteriormente (cuadros de Mando o Seguimiento –datos-datos-datos.) Pero todo ello se comunicará con emoción.

Y por último, qué tenemos que aprendernos de memoria, para tener un impacto fuerte y romper el hielo al inicio de las jornadas, ¿cuáles serán las 2 primeras frases que diré? y ¿Cuáles serán las últimas dos frases, las últimas frases de impacto que utilizaremos para cerrar la sesión?

Maitena Servajean

9 de octubre 2014

El camino del desarrollo o su finalidad

Partimos de un primer supuesto:

  • si una persona aprende a conocerse, y desarrolla habilidades, conocimientos, o sea actitudes y aptitudes, conseguirá ser, … conseguirá ser mejor[1] persona y mejor profesional.

Nuestro segundo supuesto es que:

  • será de gran ayuda que la persona sea estable emocionalmente hablando, tenga una vida equilibrada (y no por ello aburrida) manteniendo una actividad que le llene, tanto a nivel espiritual como  físico; conciliando según sus necesidades vitales su vida personal, familiar y profesional.

No son más que creencias. No tenemos datos estadísticos que corroboren nuestros supuestos…aunque tal vez existan.

Entendemos igualmente que hablando de desarrollo, que no se trabaja bastante la ética y la moral para asegurar el primer supuesto que hemos planteado.  Y lo añadimos aquí, porque el profesional según con qué situaciones se encuentra pondrá a prueba su integridad. Esto depende totalmente de las circunstancias que se encuentre en su camino.

Tal vez se nos olvide con demasiada frecuencia que somos, y con todo respeto por nuestra raza, animales humanos, un compendio de bien y de mal. Por otro lado, se nos olvida muy  a menudo, al menos a muchos de nosotros,  aprender de la experiencia. De allí que hayamos podido constatar que el refrán «El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra» siga siendo de máxima actualidad.

¿A cuántos de nosotros se nos olvida que tenemos creencias que «limitantes»?  ¿Cuántos de nosotros no cree que «las creencias se puedan cambiar por otras que nos hagan más felices y mejores ciudadanos»?.

¿A cuántos de nosotros se nos olvida nuestro miedo a lo desconocido o bien obviamos ese potente enemigo que llevamos dentro, ese que tantas veces nos hace la vida imposible y que sin embargo dejamos expresarse aunque nos dificulte la vida?

Entonces algún profesional se estará preguntando a dónde le lleva el camino del desarrollo, de lo que ahora parece estar nuevamente de moda: el “life long learning”.  ¿Te lo preguntas tú también?

Una vez que oí a alguien preguntar cuál era la relación entre un curso de liderazgo y una conferencia de sociología sobre las costumbres sudamericanas en los festejos en los que aparece el toro…

A lo mejor ustedes tampoco ven la relación. Mi dificultad en explicarlo reside en que cuanto más evidente es algo para mí, más difícil me resulta explicarlo.

Pues bien, de alguna manera,  lo mismo ocurre con la finalidad del desarrollo.

El desarrollo se podría considerar como un camino de aprendizaje en el que todo tipo de actividades sirven de recorrido pedagógico para enriquecer nuestras experiencias vitales y hacer de nosotros seres más completos.  La creencia, detrás de esto, es que cuando uno sale voluntariamente de su zona de confort se enfrentará a retos difíciles que le harán crecer, siempre y cuando consiga transformar, incluso las malas experiencias en aprendizaje.

Uno de los aprendizajes es, entre otros determinar uno a dónde quiere ir, qué quiere aportar, y si está preparado para aportarlo. En otras palabras, optar por unos objetivos. Definir de tanto en tanto, «¿qué quiero ser de mayor»?. Pero decidirlo teniendo en cuenta que uno no es un profesional por un lado y cuando sale del trabajo es otra persona. El desarrollo es un desarrollo que irremediablemente afecta ambas partes de nuestro ser, por mucho que tantas personas intenten disociarlo, separar sus dos mundos, el personal del profesional.

Si volvemos pues al mayor ejercicio de desarrollo contemplaremos el enfoque de «qué quiero ser de mayor» como uno de los principales puntos de desarrollo. Y ya que estamos en el siglo XXI hagámonos también la pregunta, qué me hará realmente feliz.

Ya tenemos pues nuestros objetivos de vida. A partir de ahí, ¿cuáles han de ser nuestros objetivos de desarrollo?

Podemos trazar un plan muy específico y detallado. O bien si somos de perfil humanista, aprenderemos a utilizar todas nuestras circunstancias y nuevos retos para ir desarrollándonos, simplemente andando el camino, de forma natural.


[1][1] En otra ocasión hablaremos de lo que entendemos por mejor. Hoy nos referimos a ser un ciudadano más completo, que aporta a la sociedad y a su entorno, a través de  su labor dentro de su entorno social, familiar y profesional; en definitiva aquel que ayuda a construir una sociedad mejor para todos.