Pregunta equivocada. NO APLICA.

Se dice que lo importante no son las respuestas si no las preguntas que uno se hace.

Creo en esta afirmación. O sea, una creencia más. Pero no una creencia limitante… Al menos hasta la fecha.

Quedan pocos días para festejar el día de la mujer trabajadora, y este año estas son algunas las preguntas y reflexiones que me hago y que comparto con el lector.

¿Cómo a día de hoy se puede todavía oír a personas del mundo de los recursos humanos decir: «esto del día del mundo de la mujer trabajadora no es o era un tema que ya ha pasado de moda» ? ¿Saben qué desde hace unos años exige la ley que se elaboren unos planes de igualdad? Y que estos planes se tienen que cumplir para mejorar la situación de las personas en general???

img_4473Han llegado los resultados de los estudios anuales realizados sobre la brecha salarial. Se presentarán la semana que viene. Y volvemos a oír ¿pero qué es esto del día mundial de la mujer trabajadora? ¿Y el resto del año qué? Asombrosamente, los que hacen estas preguntas no se han informado de nada y no parece afectarles nada oir que hay brecha salarial. ¿Será que nos lo merecemos?  ¿Será que se lo merecen?

Pasamos el otro día por el club de las malas madres. Y resulta que el Malas Madres House se encuentra en él moda shopping, un centro comercial del centro de Madrid. Parece que en el club se  integrará también un nuevo colectivo, las no madres.

Esto me recordó una lectura cogida al vuelo, razón por la cual os ruego me disculpéis por no recordar las referencias, que decía que ya un 30% de las mujeres ya habían decidido no tener hijos.

Hasta ahora todo bien. O aparentemente. ¿Por qué aparentemente?. Pues porque en nuestros procesos de coaching, vuelven a aparecer preguntas que no deberían aparecer.

Iñaki Gabilondo, el famoso periodista comentó una vez que si le hubieran preguntado en una entrevista de trabajo que si pensaba tener hijos, se habría caído de la silla.

No hay nada mejor que cambiar los roles para escuchar cosas raras, o al menos cuando cambias el puntos de vista oyes realmente sonidos disonantes. Ahí es cuando te das cuenta de que hay preguntas, basadas en creencias, que no aplican.

Que no aplican, pero que a su vez están profundamente arraigadas en la sociedad actual, esa que creamos en nuestro día a día, aceptando y perpetuando comportamientos que son malos para nosotros mismos. Una buena pregunta de toma de consciencia, una revisión semanal de mis actos, podría ser: ¿ qué comportamientos actuaciones he tenido esta semana que han sido contraproducentes para mí como persona, ser social, incluso profesional respetado? Y no sólo en el corto plazo, también el el medio y largo plazo.

Comportamientos que son una falta de de conciencia, que son nocivos para nosotros mismos ( y socialmente hablando, para la supervivencia de nuestra especie).

En otras palabras, y para volver a un ejemplo concreto, no sabemos en qué medida ha desaparecido de las entrevistas de selección la pregunta de : ¿Piensa usted tener hijos? Esta pregunta ya quedó clara hace años que no aplicaba para identificar las capacidades profesionales de un individuo.

Ya no importa si te hacen la pregunta o no, ya está integrada en nuestra cuota de aceptación de injusticias: Y por ello, tantas y tantas mujeres se preguntan, ¿qué hago? ¿Qué camino cojo? ¿Mi carrera o tener hijos?

¿Qué es entonces lo que para mí no aplica?  Pues que no es, ni debería ser una cuestión: ¿elegir entre el «tocino y la velocidad»? 

¡No se puede tener todo! Se nos dice. Bueno, ya, pero si tienes hijos tendrás que alimentarlos. Y si eres bueno liderando y gestionando y además te gusta, ¿por qué tener que elegir? Todo el mundo sale ganando si hago algo que me gusta y se me da bien, ¡¡independientemente de si me gusta el fútbol o la cría de musarañas o educar a mis hijos!!!

El hecho de tener hijos no tiene nada que ver, como siguen pensando algunos, con perder capacidades. Más bien todo lo contrario. Pero sobre todo, uno es un tema personal y el otro es un tema profesional. Mi faceta personal tiene que enriquecer mi faceta profesional.   Tal vez la pregunta que me tendría que hacer aquí, sería: ¿por qué tener qué supeditar el ritmo de mi carrera que en el fondo no tiene fecha de caducidad a mi evolución vital y fisiológica ya que ella si la tiene (claro que como nos hemos inventado la congelación de los óvulos, ahora una puede ser una madre abuela). Es más fácil eso que tener que dar explicaciones de por qué he decidido tener hijos en un periodo productivo de mi vida… Que dicho sea de paso durará hasta los 67 o más. Pensar en tener una vida privada no centrada única y exclusivamente en en el trabajo nos genera un  sentimiento de culpabilidad. ¿Tiene esto algún sentido?
Claro que tener hijos en esta sociedad en la que vivimos ha perdido toda su naturalidad. Parece que tener hijos no es algo común, normal… Y eso que tener hijos te da forma fondo, y te enseña lo que es el esfuerzo, la constancia, la resistencia…

Es una opinión personal, pero considero que la pregunta de si elijo entre mi carrera o tengo hijos, no aplica.

¿y usted? , ¿y tú ? ¿Qué piensas?

Maitena Servajean

Marzo 2017

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1era foto ARCO  2017 obra pública

2nda y 3era foto, obra de Cassandra Constant CHAMBAITO URBANO

También hay que ser valiente para no hacer lo de siempre

Tendencias, palabras que pronuncia todo el mundo:

Disruptivo, Innovador, Creativo , Resiliencia, Bienestar Wellbeing.

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Inspirado en una marquesina pintada por Borondo. Mirando la realidad.

Son las palabras clave para moverse en una nueva realidad, nuestro nuevo contexto. Ya somos varios a hablar de los VUCA times (volatile, Uncertaincy, Complex, Ambiguous) término acuñado por el ejército americano en los años 70.

Así que, si todos sabemos que para conseguir resultados diferentes hay que dejar de hacer lo de siempre…

¿qué estamos haciendo de realmente diferente en cuanto al desarrollo de nuestro Liderazgo se refiere? ¿hemos salido de nuestra zona de comfort?

Existen herramientas para el desarrollo y el progreso de la inteligencia emocional. No es suficiente con la gestión del estrés, con salir a correr para conseguir que las endorfinas nos animen y  para deshacernos de las tensiones. No basta con el mindfulness para la gestión de las emociones.

La propuesta es aprender a mirar nuestro presente y  nuestro futuro de otra manera, con ojos nuevos: ahí es donde el entrenamiento de la práctica artística nos puede ayudar de la manera más valiosa en cuanto a liderazgo se refiere: entre otros VALORES, lo primero que nos aporta es INSPIRACIÓN. Lo siguiente es que la práctica artística nos ayuda a desarrollar nuestra inteligencia emocional.

 

Algunas personas están empezando a reflexionar sobre ello. Si quieres pensar con ellos, mira el siguiente blog:  http://artincompany.blogspot.co.uk/

¡Disfruta de la semana del Arte!

Estamos en una buena semana para ello, a las puertas de ARCO

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«VG» o  ser  y haberse sentido querido

                         

Entre comprender, conocer y tener prejucios.
 

Cuántos modelos tenemos y necesitamos para aprender a conocer a las personas y poder seleccionarlas, para tener realmente lo que necesitamos para tener éxito en las empresas.

Existen descripciones de puesto, competencias y valores, y herramientas para identificar el perfil de las personas que se presentan a esos puestos.

Ninguna de estas herramientas, menos la grafología nos dice si son buenas personas. A través de la entrevista vemos si son personas ambiciosas… pero como no hemos identificado si son buenas personas… pues no sabemos qué tipo de ambición tienen y, en consecuencia, si respetan a sus semejantes, o los utilizan como un trapo. No sabemos cuál es el fin último que persiguen… sus intenciones reales.

No sabemos al final lo que entienden por respeto, por diversidad, por inclusión, por flexibilidad, por conciliación, por compromiso, y por toda una serie de ideas que podrían permitirnos ir más allá de la superficie, algo que nos haga ir más allá de los discursos aprendidos.
 

 
El otro día nos encontramos con un caso de un médico que ganaba mucho dinero y aunque pueda parecer mentira aparece en un dossier con las siglas “VG” o sea violencia de género.
Esas son las contradicciones que definen al género humano: y nos preguntamos muchos ¿pero cómo se puede ser médico, cuya misión es la de salvar vidas… o eso nos creíamos algunos, y a la vez ser un maltratador?

Así que cuando nos dicen la palabra médico, lo que viene a nuestra mente es la imagen de lo que creemos que es un médico, y se nos llega a olvidar la persona que tenemos en frente. Caemos en los prejuicios, sin más.

 La cuestión es cuántas de estas personas tenemos en nuestras plantillas. ¿son esos jefes tóxicos? Esos jefes que la organización mantiene en el puesto, o bien porque dan resultados, y cerramos los ojos para no enterarnos de cómo los consiguen. Y son de esos jefes que no se consigue probar realmente nada… pero ahí están haciendo daño.

Mientras haya organizaciones en las que todo esté permitido, será muy difícil que la sociedad consiga erradicar comportamientos no deseables.

Ahora el consejo… eso que es fácil decir y dificilísimo de hacer: de esas personas como de las que son tóxicas que nos quitan la energía, de las que cosiguen sacar lo peor de nosotros mismos, tenemos que huir como de la peste… y lo antes posible antes de que podamos ceder a la tentación de pensar que esto va a cambiar, o antes de pensar siquiera que no tenemos más opciones que las de convivir con estas personas… hay que huir antes de que nos hayamos quedado sin energía ninguna, sin las fuerzas

que las situaciones y la mala compañía se aseguran de quitarnos lo antes posible para que nos sintamos prisioner@s de unas redes invisibles… invisibles para tod@s … hasta para nosotros.

Y a estas alturas seguramente que HUIR es lo más sabio y lo más heroico que puede hacer uno.

Se sabe que el perfil del maltratador es siempre el mismo y no necesita la excusa de «me sacaba de mis casillas» para actuar y destrozar todo lo que toca.

Somos los animales que necesitan el cuidado de sus progenitores durante más tiempo antes de poder vivir, convivir y defendernos solos en este mundo… y socialmente. Qué duro es comprobar cómo todo es tan sencillo y básico. Por muy inteligentes que sean cognitivamente, si es que lo son, emocionalmente están más cerca de los enfermos que no saben los que son las emociones, lo mínimo necesario para poder diferenciar el bien del mal.. No son más que los descendientes de situaciones similares y incapaces tanto racionalmente, como emocionalmente, de NO reproducir el modelo que han vivido, vacíos, sin voluntad ni criterio. Incapaces de comprender y superar lo que les hicieron creer y que no es: “¡Me pegaba pero me lo merecía!”

Al final, lo triste además del sufrimiento y del dolor que causan es que en tantos casos, de lo que se trata al final… ¡qué pobre llegar a una conclusión tan simple! como desalentadora: no fueron queridos, no se sintieron queridos de pequeño.

Qué importante es saber transmitir amor, querer de verdad, no sólo al prójimo, también al a los suyos. Decir «Te quiero» y abrazar más de 20». Amar de verdad, para no tener que oír después a nadie decir que el amor incondicional no existe.

¡Qué básico y qué sencillo! , y sin embargo qué poco frecuente.

  ¿Respeto? , ¿qué es eso?, ¿diversidad?, ¿flexibilidad?, ¿multiculturalidad?

  ¿Respeto? , ¿qué es eso?, ¿diversidad?, ¿flexibilidad?, ¿multiculturalidad?

muchos conceptos para tratarlos todos juntos. Pero se suelen mezclar.

Hace tiempo ya de esta historia: estábamos en un curso y se hablaba de algunas habilidades o competencias como por ejemplo de «Flexibilidad». Uno de los profesionales que estaba en la sala nos dio un ejemplo que para él era totalmente convincente.

-«Yo soy muy flexible y multicultural: la prueba está en que siendo español, en los últimos años he vivido en diferentes países de Oriente y Asia. Esto demuestra claramente que soy flexible.»

¡Pues vaya! pensé yo, ¡con qué convicción lo dice el hombre!. Cree que movilidad es sinónimo de flexibilidad. Y por lo que seguía contando, su modus operandi parecía ser el mismo fuera a donde fuera. y sus relaciones en los países de acogida eran esencialmente con otros expatriados y no con personas del país… país que por otro lado, fuera cual fuera, siempre era un país atrasado. El no hablaba de su capacidad para comprender las diferentes culturas con las que iba a convivir, sino que seguíamos con un planteamiento más bien colonial.

Qué sería entonces para él el concepto de adaptación e integración con el entorno. O sea que el ejemplo no me parecía muy convincente, sobre todo porque no demostraba, al menos para mí, más que movilidad y no de adaptación.

Si es cierto que estaba en contacto con otras culturas, expatriados que no llegaban a hacerse amigos en el lugar de acogida, y que en consecuencia, a penas tenían contactos con la realidad del país, y de su cultura, aunque sí en el día a día, en el entorno de trabajo. Pero en ese entorno todo se desvirtúa empezando por la relación que se tiene con el poder, y en tantos casos de sumisión.

Claro, que que duda cabe, se puede pensar que una persona viajada debería, por los diferentes contextos en los que se ha movido, haber desarrollado cierto nivel de adaptación y en consecuencia, haber entrenado su flexibilidad. Aunque la pregunta que nos podemos hacer extrapolando cierto dicho es la siguiente: ¿Él o ella pasaron por el país? o ¿el país pasó por ellos?

 

 Cuando pienso en esto, siempre me viene a la mente, el recuerdo de un cliente, un expatriado, que como yo. En aquel momento trabajábamos en Grecia. Pero en mi caso se terminaba mi asignación. Fui a despedirme de él. Y mientras nos despedíamos, me hizo la siguiente pregunta: -«¿Les ha usted encontrado algo bueno a estos griegos?». Esta pregunta me enseñó mucho. Comprendí en ese momento que este pobre expatriado después de años pasando de cultura en cultura, había llegado al punto en el que la cultura que le acogía… que en este caso era la griega, le superaba totalmente. Me pareció normal. Este hombre me hizo buscar y verbalizar los valores principales de la cultura con la cual estábamos conviviendo, pero estos valores no tenían porque ser los suyos propios ni tenía que compartirlos.

Y tal vez tendríamos que haber empezado por ahí, por identificar cuáles eran nuestros valores, aquellos que diferenciaban nuestras culturas respectivas.

Es una cuestión de valores personales vs. valores culturales y costumbres culturales.

Y como tantas otras cosas, además de que no nos enteramos de todo el protocolo cultural, tampoco nadie nos había contado la importancia de comprender la cultura, para empezar la nuestra propia, y después la cultura del país al que vamos destinados.

Así que lector, si quieres unas pautas para empezar a comprender realmente a dónde vas destinado, lee a sus autores, mira las obras de sus artistas, escucha a sus músicos, incluso su música popular. Sé sensible y atento, abierto a comprender, demostrar que estás interesado en su cultura. Sé sensible a lo que pasa a tu alrededor.

y por último, identifica tus valores y los de la cultura a la que vas para comprender mejor las diferencias y saber cómo crear puentes.

Mira bien estos 6 factores que diferencian las culturas en el mundo entero (dimensiones de Hofstede). Te servirán para todas las culturas con las que vayas a convivir o trabajar:
*.-Distancia al poder

*.-Individualismo y Colectivismo 

*.-Masculinidad y Feminidad 

*.-Evasión de la incertidumbre 

*.-Orientación a largo y corto plazo  
*.-Indulgencia y Restricción

 

 y además si te interesa empezar a comprender mejor te recomiendo que mires este artículo muy esclarecedor: http://dspace.library.uu.nl/bitstream/handle/1874/278627/version%20definitiva%20tesis%20Selina%20Brons%2015%20de%20junio%202013.pdf?sequence=2

En cuanto a cuáles eran los valores griegos que identificamos, no los recuerdo todos y sé que la curiosidad hace que esperes que te especifique este punto, te diré alguno: «la familia y los amigos». Ante todo la familia y los amigos. Sí, ya sé que me he repetido, pero creo que vale al pena oírlo una y otra vez para digerirlos
, asimilarlos, y no sólo comprenderlos, también para pensar en qué rango los hemos dejado en nuestro día a día enloquecido. 

Pero esto ya es otro tema…

UNA DANZA PECULIAR

Por alguna razón, que en un inicio desconocía, pasaba siempre horas y horas mirando a la gente en movimiento.A través de una continua observación de las personas llegué a la conclusión que un ser humano, en pleno dominio de su oficio, si realiza una actividad física, se parece de alguna manera a un bailarín.

  
Existen actividades aparentemente más «estéticas» que otras… y sin embargo, si persistimos en nuestra observación llegaremos a sentir cómo miles de oficios y tareas anodinas se transforman en un verdadero baile, lleno de sentimientos, emociones, expresandose con gritos silenciosos… a veces.

La d a n z a consigue una mayor intensidad cuando quien la realiza demuestra un dominio absoluto por haber repetido miles de veces los mimos movimientos («cent fois sur le métier remettez sur vôtre ouvrage»). La magia aparecerá cuanto más orgullo y satisfacción se ponga en la consecución exitosa de la tarea.

Ante este baile peculiar, descubrimos en cada uno , un estilo diferente , el trasluz de la personalidad. Ese cuerpo en movimiento empieza a hablarnos Inconscientes nuestros sentidos aprehenden al vuelo todas las señales que les asaltan. Ese cuerpo que nos habla con sus movimientos, no necesitamos oír sus torpes palabras para captar si está contento, satisfecho o no con lo que ha conseguido, con su «obra», su cuerpo en acción nos lo dice todo.

Ese increíble poder de expresión, innato e inconsciente, es cautivador y nos aprisiona con su elocuencia silenciosa. Percibimos todos sus esfuerzos, su decisión, sentimos su pasión y su desánimo y cansancio ya nos va quitando fuerzas. Hallamos el afán en la vehemencia de los impulsos corpóreos. Nos extenúan sus arrebatos.

Nuestra mirada pasará a ser cómplice de las sensaciones intensamente vivida por otros.

A veces esos cuerpos, tensionan sus musculaturas imanando energía, otras veces el movimiento sutil respirará armonía. En cualquier momento nos abrirá a un mundo de sensaciones, descubriéndonos abismos de fatiga, cúmulo de satisfacciones, de orgullo, de intensidad, de concentración. Emociona la autenticidad del lenguaje corporal del sujeto, «la vibración de las formas».

Todos estos pronunciamientos silenciosos cobran para nosotros un valor estético y conceptual: el de la expresión a través de la esesncialidad inconsciente.


Maitena Servajean 1996